martes, 18 de abril de 2017

El Bullying, un estilo moderno de tortura escolar

Con el regreso a clases sale a relucir el tema del acoso que ahora se ha popularizado con el nombre de bullying. Sin embargo, aunque nuestra atención se focalice a las situaciones escolares, el hostigamiento puede verse en diferentes circunstancias de la vida cotidiana. Tanto niños como adultos pueden ser víctimas de esas prácticas donde se produce maltrato psicológico, verbal o físico.


Por motivos de consulta he escuchado muchas historias de tortura sistemática y metódica, que puede ser explícita (porque se ve la acción) o silenciosa, marcándose esta última en algunas ocasiones con la indiferencia o la exclusión. Los acosadores de oficio pueden hacer “su trabajo” solos o en complicidad con un grupo de seguidores. Últimamente la agresión ha tomado matices cibernéticos: se hace con intensidad a través de las redes sociales. Basta leer en foros algunos comentarios para entender la intolerancia y acoso a otros pareceres o seres, o ver páginas de Facebook donde se expone al escarnio público la vida de otros, etiquetados por supuesto para que toda la bolita del mundo y los cinco continentes se enteren.
Este hostigamiento es una forma de violencia y no excluye géneros, edades, tipos de trabajo o actividad. Se puede dar en cualquier lugar: en nuestra misma casa o fuera de ella, en nuestro espacio vital o en el cibermundo. Este terrorismo está caracterizado por el temor que desarrolla la víctima al poder que ejerce su victimario. Este miedo puede estar basado en acciones reales o percibidas que afectan a la persona objeto del bullying. La persona hostigada queda expuesta emocional y hasta físicamente ante el maltratador.


El objetivo del acosador es someter, reducir, apocar y aplanar a la “presa” seleccionada para mostrar su poder. Las víctimas pueden ser escogidas por diferentes razones: porque sobresalen, porque tienen alguna condición física, porque son diferentes, por raza, religión, creencias o tendencias.
Muchas de las acciones llevadas a cabo por el victimario y su grupillo de seguidores buscan la ridiculización, el menosprecio social (donde se presenta una imagen distorsionada del martirizado), la coerción (para someter la voluntad), la exclusión grupal (aislándolo e impidiendo su expresión), el amedrentamiento y la amenaza a la integridad.

Si hay una situación de tortura moderna en su vida. La intervención para solventar el acoso es multidisciplinaria y requiere de expertos. Puede ser peor el remedio que la enfermedad si actúa solo y sin experiencia en el tema.

castillo.prensacct@gmail.com
Textos tomados de:
https://twitter.com/MarielenaNunez

http://www.inspirulina.com/tortura-moderna-bullying.html



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